Tras unos meses en tierra, necesitamos volver a volar. En este caso y tras sopesar varios sitios que se quedarán en la recamará, nos decidimos por un sitio muy especial en el mundo. Islandia. Viaje preparado en una semana, pero que salio a la perfección. Si una cosa cambiaríamos del viaje sería llevar en nuestro equipaje una tienda de campaña para poder acampar al aire libre en ese gran país.
Intentaremos transmitiros nuestro viaje.
Salimos el 8 de junio dirección Keflavic, aeropuerto de Islandia. El viaje lo iniciamos desde Alicante. Si quereís volar a Islandia los mejores vuelos salen desde Barcelona o Alicante. En nuestro caso elegimos Alicante para poder pasar un par de días en la playita a la vuelta del frío. El vuelo nos salio alrededor de 300 € y duro 4 horas.
No teníamos todas con nosotros de que el coche de alquiler estuviese alquilado ya que no habíamos tenido respuesta. Lo alquilamos con 2 días de antelación y se pedían al menos 3 días. Pero al aterrizar a las 2 de la mañana tenemos un pobre chico esperándonos que nos acerca a la oficina y nos dan nuestro Hyundai i20.
Hacía un día precioso a las tres de la mañana así que nos montamos en el coche y tiramos sin rumbo fijo. Buscando un sitio para dormir un rato en el coche. De camino por la 42 nos encontramos un lago precioso y paramos en un merendero a dormir. Nuestro cuerpo necesita descansar. Nos despertamos por llamarle de alguna manera a las 8.
Es Pestun. Unos géiseres con un olor increíble.Damos una vuelta por el lago y partimos en busca del blue lagoon. De camino vemos un autobús con ordas de turistas así que paramos a ver donde enfocan sus objetivos.
Luego seguimos por la 428 rumbo blue lagoon. La entrada más simple cuesta nada más y nada menos que 40 euros. Tomamos un ansiado baño y nos tiramos 4 horas de relax. Nos quemamos en Islandia. manda huevos. Se nos olvido meter crema de sol para ir a Islandia, que cosas.
Dentro del blue lagoon, tomamos un granizado de 550 Isk rico rico y nos echamos una siesta en unas hamacas con buenas vistas.
Después del relax, tomamos rumbo reikiavik por la 43. Llegamos y vamos a nuestro apartamento: rey apartments. Nos costo 98 euros la noxe. Algo más cara que la noche anterior pero imprescindible dormir en cama. La verdad que estos apartamentos tienen muy buena ubicación y están muy limpios. Luego paseamos por la ciudad, vemos el arpa, barco vikingo, la iglesia y para casa a cenar que estamos hambrientos.
9 de junio
8:00 despertador. Toca preparar todo para abandonar Reikiavik, pero antes, a desayunar. Desde nuestro rey apartaments que esta en la calle Getisgata , bajamos hasta la calle Sobreaut y cogemos la carretera dirección mosfraug. Y desde ahí tomar la 36 dirección Pinvellir. La verdad que la salida de la ciudad no tiene perdida. Y el circulo dorado esta perfectamente indicado
Empezamos a entrar dentro de una carretera que nos acompañará en todo nuestro viaje (la 1). Es una carretera de 2 sentidos la cual estaría todo el día fotografiando. Nos encanto la tranquilidad de conducir por este país, mientras observas paisajes totalmente cambiantes. La primera parada la hacemos a los poco kilómetros. Existe una explanada de piedras volcánicas en la cual la gente hace pequeños montones. La verdad que es bonito pensar la gente que ha pasado por este sitio y poder contemplar las vistas. Claramente nos toca hacer nuestro pequeño montón de piedras.
Retomamos el rumbo dirección Pingvellir. En la parte derecha de la carretera encontramos la entrada de Pinvellir. Así que aparcamos y nos ponemos en camino al interior del valle.
Pingvellir, además de su interés histórico, también es una zona de interés geológico, pues es una zona situada justo encima de la falla submarina que separa las placas tectónicas de Europa y América, pero que cruza Islandia de arriba a abajo. La zona del parque donde puede apreciarse esta hendidura está situada al Suroeste y recibe el nombre de Almannagjá.
La ruta no tiene pérdida. Puedes hacerla en un sentido o en otro. Nosotros antes de llegar al parlamento, giramos a la derecha. Atravesamos un río y vimos casas antiguas de la época y una iglesia. Todo muy bien conservado y dentro de un paisaje de ensueño. Seguimos la ruta (aproximadamente 1 hora), caminando por la enorme grieta que se ha abierto por el movimiento de las dos placas.
En este punto decidimos aventurarnos un poco y hacer un camino alternativo hasta Oxara. Es una pequeña ruta por la parte superior de las placas. Para nosotros mereció la pena llegar a ver la cascada Oxara desde arriba, pero luego toca volver jeje. Luego bajamos otra vez a la hendidura entre placas y llegamos a la cascada por abajo. Preciosa también.
Después siguiendo el camino y parándonos a hacer 1500 fotos, es lo que tiene hacer un curso de fotografía, llegamos al parlamento.Además de su importancia geológica –única en el mundo-, Pingvellir es un bastión histórico fundamental en la historia de Islandia, pues aquí se reunió el parlamento islandés (siglo X); asamblea de Alpingi.
Para acabar comentar que si tenéis ganas de mear hacerlo al aire libre que aquí la señorita pago 2 euritos para poder mear.
(60 Km.) Geyser: Salimos en dirección a Geyser, pasando por Laugarvatn (lago de los manantiales). Hay que llegar a la población de Haukadalur, donde se encuentran los geysers Geyser y Strokkur. El segundo llega hasta los 30 metros de altura y tiene una periodicidad de expulsión de tres minutos. En esta zona geotermal, además de muchas fumarolas existe el geyser denominado “Geyser”, que es el que ha dado nombre a este fenómeno. Antiguamente este geyser alcanzaba los 50 metros de altura, pero la gente lo “mató” echándole grandes cantidades de detergente para provocar su erupción. O eso dicen.
Como final de este día, nada mejor que una de las cascadas más bonitas de todo islandia. (12 Km.) Gullfoss: Gullffos, que significa la Cascada Dorada, es una cascada doble y de las más espectaculares del país, donde un río glacial (el Hvíta) se precipita por el borde de una falla cayendo en un cañón de 31 metros de altura. Junto a la cascada hay un monumento a Sigridur Tómasdóttir, una granjera local que luchó para evitar que en esta cascada se construyera una central hidroeléctrica. Años más tarde su familia regaló la granja donde se encuentra la cascada al gobierno, a cambio de que Gullfoss fuese convertida en reserva natural.
Ya de camino a Sellfoss y sin tenerlo planificado, paramos en ke
rio (350 Isk por cabeza). Es un crater de un volcán en el que dan ganás de meterse al agua. Dimos una pequeña vuelta en media hora y rumbo a Sellfoss a tomar una cervez y descansar. De camino toco repostar por primera vez. Pero claro no sabiamos que gasolina llevaba nuestro auto así que le toco a la rubia preguntar. Vaya par. 245 Isk / litro
La noche en esta guesthose sellfoss (en el camping) nos costo 76€. Era una casita con cocina y wc. La verdad que los precios de los alojamientos están por las nubes. Cervezita, macarrones y a dormirrrrrrr.
10 junio
Hoy nos hemos levantado en un precioso día soleado. Hemos desayunado en nuestra cabaña y puesto en marcha. Salir de Selfoss es muy sencillo, volver a la 1 y coger dirección vik (nuestro próximo destino). En nuestro viaje por la 1, realizamos varias paradas.
La verdad que una cosa que tiene Islandia es el fácil acceso a todos los lugares de interés. Bueno sin contar a los sitios de interior, a los que nosotros no fuimos, por época y por tiempo.
Bueno nuestra primera parada es Seljalandsfoss. El río Seljalandsá, el ‘río líquido’, caer por cerca de 60 metros por lo que en otros tiempos era una escollera sobre el océano y que hoy marca el límite entre las Tierras Altas y el resto del país.
Es un sitio de ensueño, aunque al estar tan cerca de la capital todavia se encuentra demasiado turista. Nosotros también somos turistas y de los buenos, con la cámara al cuello y nuestros sandwiches de jamón y queso jiji, pero lo que quiero decir es que a lo largo del camino encontraremos sitios en los que la tranquilidad le dan otro toque a Islandia.
Bueno en Seljalandsfoss estamos algo así como hora y media y paseos. Existe un paseo que nos lleva a una cascada que nos enamoro. Es una cascada en la que estuvimos solos por lo peculiar de esta. Se tiene que entrar por una grieta para poder acceder a ella, y por el suelo tienes que atravesar un pequeño rio, pero merece la pena. La cascada es Gljúfurárfoss.
Una vez terminamos la rutica, sacamos la comida y en una mesita nos preparamos el picnic disfrutando de estas espectaculares vistas. Con el buche lleno, nos dirigimos de nuevo dirección Vik, para llegar o otro de los sitios que más nos gustaron de este país. Skogafoss.
Es una cascada situada en el recorrido del río Skoga, al sur de Islandia. Es una de las cascadas más grandes del país con una anchura de 25 metros y una caída de unos 60. Los días soleados suele verse el arco iris debido a la cantidad de espuma que produce. En el lado oriental de la cascada, subiendo por unas escaleras (muchasss escalerass), existe un sendero para excursiones. Es una paseo entre los glaciares Eyjafjallaökull y el Myrdalsjökull. Para nosotros un sendero que no te puedes perder. Nosotros creemos que por lo menos 3 horas se deben dedicar a este sitio.
Luego volvemos a nuestro i20 e intentamos ver un museo en el que finalmente no entramos. Es un museo con una guía en ingles para ver como vivían antes en la isla. Pero vamos justo de tiempo y para enterarnos de la mitad decidimos seguir el camino. A nuestra vuelta nos apuntamos a Ingles seguro jeje. Seguimos por la uno y giramos a la izquierda por la 221. Es una carretera sin asfaltar que nos llevará hasta la lengua del glaciar. Lengua Sólheimajökull (Glaciar Myrdalsjokull). 10 minutos de carretera infernal, pero creemos que merece la pena. Tocamos hielo, un guía nos advierte de que es peligroso andar por el hielo sin crampones y tras admirar la lengua del glaciar puesta en marcha.
Un día largooo, pero todavía nos queda así que rumbo a los acantilados de Dyrhoaley. Dyrhólaey (Arco en la Colina), una pequeña península que con sus acantilados y sus característicos arcos de roca es reserva natural de cría de los famosos Puffins o Frailecillos. Nosotros no los vimos porque suelen emigrar en cada época del año. No me digas tu donde fueron esta vez jeje. Dimos un paseo por la playa de piedras. Luego subimos a la zona del faro desde donde se pueden ver los acantilados. Nos reencontramos con un fotógrafo que ya casi va a comisión. Nos lo encontramos en cada sitio al que vamos y siempre esta dispuesto a sacarnos una foto. Gracias jeje. La entrada a la zona de acantilados se cierra a las 19:00
La verdad que durante el recorrido a Islandia, te vas reencontrando con la misma gente durante las paradas.
Ya acabando el día nos dirigimos a Vik y a 5 km esta nuestro hotel. Hotel Katla.Vemos que tiene un jacuzzi al aire libre y sin pensarnoslo dos veces compramos unas buenas cervezas, una pizza y para dentro. Pizza 15€. Noche hotel 120€. Tomarse una birra en el jacuzzi al aire libre con estas vistas, no tiene precioooo
11 junio
Nos despertamos en nuestro hotel y nos metemos un buen desayuno que gracias a dios entraba en el precio jeje. Recogemos todo y vuelta a la aventura. Ayer se nos quedo ver una playa negra (Reynisdrangar), así que hoy toca retroceder unos kilómetros. Para acceder a esta playa nos desviamos por la carretera 215. La playa en si no es nada espectacular, pero al fondo existen unas columnas basalticas impresionantes. También tenemos unas cuevas formadas con estas extrañas columnas que nos dejarán un paisaje, que a mi personalmente me encanto. Desde esta playa también podemos observar unas piedras en medio del agua que llaman los Trolls del agua.
Y tras esta parada, rumbo a Skatfell, en busca del hielo. Paramos a repostar y en Vik recogemos a un autoestopista alemán que pasará con nosotros una parte importante de nuestro día jeje. Practicamos nuestro oxidado ingles y una vez más nos damos cuenta de que necesitamos volver a los estudios. Nuestro nuevo compañero se llama Michael, de Frankfurt y la verdad que un tío muy simpático.
Atravesamos campos de lava en nuestros laterales hasta llegar a Kirjubaejarklaustur. Aquí hacemos un pequeño trekking que sale desde una cascada. Una hora más o menos de trekking y llegamos a una formación natural en una granja privada, que parece el suelo de una iglesia, con baldosas hexagonales formadas por columnas de basalto. En este suelo dice que existe una baldosa con 8 o 9 lados, así que aquí estuvimos un rato como tontos jiji.
Volvemos a la carretera. Como siempre en la uno vamos realizando pequeñas paradas para contemplar el país y sacar alguna foto. Ya llegando a Skatafell nos paramos en un banco a comer un sandwich. Como telón de fondo tenemos la lengua del glaciar, una de tantas de las que intentaremos pisar mañana.
Llegamos a Skatafell y toca despedirse de Michael. Le dejamos en el camping y ya de paso reservamos la excursión para mañana. Existen 2 agencias y por lo que hemos leído las excursiones son prácticamente iguales. Cogemos la larga que son unas 5 horas andando por la lengua del glaciar. Que ganassss. Son unos 70-80 € por persona. Después nos vamos a Svinafell, un pueblo cercano a Skatafell donde el alojamiento era bastante más barato. Encontramos una habitación en una casa compartida por 60 €. Aquí encontramos gente de varios sitios aunque con los que hablamos un poco fue con unos franceses que hacían la vuelta en sentido contrario a nosotros.
Para acabar el día volvemos a Skatafell para hacer el trekking de la cascada negra. Es un trekking con varias bifurcaciones pero sin ninguna perdida. Se sale desde el camping. Hicimos 5,6 kilometros pasando por la cascada preciosa de Svartifoss, contemplando jokalarsen y pasando por el pueblo abandonado de less. Al pasar entre los árboles nos atacan los gusanos. Y cuando digo atacar no es broma, cada uno nos fuimos con una media de 30 gusanos pequeños encima (inofensivos ehh). Después de esta ruta toca volver a la habitación, tomar una cerveza como dios manda con una cenita caliente y a sobarrr.
12 de Junio
Un gran día. Este día lo recomiendo a todo el mundo. Se debe madrugar un poco pero merece la pena. Bueno y cuando digo pronto, digo las 7:30 de la mañana jeje. A las 8:30 habíamos quedado para empezar la excursión y bueno mejor dejar todo preparado y llegar con tiempo que con la rubia todo es posible jeje. Así que bajamos a desayunar donde estaba una pareja con sus tres hijos pequeños acabando de celebrar el cumpleaños de uno de ellos, vaya moral que tienen los padres jiji.
Una vez allí nos dan el material para empezar la excursión. Unos crampones, un casco, un arnés y arreando. Nos meten en un autobús americano escolar muy chulo, de esos amarillos de las pelis y vamos a Svinafell a recoger a dos más en el camping. Si lo sabemos nos quedamos alli jeje, pero bueno. Para alguien como nosotros, que nunca había visto un glaciar hasta llegar a Islandia, este día era todo una aventura.
Nos llevan en autobús hasta la lengua del glaciar Fallsjökull, una de las lenguas del Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa (que se dice pronto). Antes de empezar a caminar, nos repartieron los «lunchs» gratis que nos prometieron y nos dividimos en dos grupos. El más numeroso era el que hacía la excursión corta combinada con el paseo en barco en el Jökulsárlón. Nuestro grupo era sólo de 8 personas creo, junto con nosotros había otra pareja de españoles con el que estuvimos charlando un rato, Guillermo y Partricia.
El guía nos explicó que años atrás el glaciar llegaba mucho más abajo, pero que ahora estaba experimentando un retroceso acrecentado por el cambio climático. También nos indicó como debíamos ponernos los crampones y empezamos la excursión en serio por el hielo.
Al principio caminamos por una zona donde el hielo tenía una gruesa capa de arena volcánica, por lo que el avance no fue nada complicado. Cuando llegamos a la zona de hielo más puro hicimos una parada en la que el guía nos explicó unos cuantos consejos para caminar bien con los crampones, sobre todo para no hacernos daño con sus pinchos y para no resbalarnos en las cuestas. Era la primera vez que usábamos unos y la verdad es que no era muy complicado, solo tenias que tener un poco de cuidado en las cuestas o bajadas. Por lo demás, el peso del cuerpo sobre los pinchos de los crampones permitía caminar tranquilamente sobre el hielo sin resbalar.
El guía nos explicó que el paisaje del glaciar cambiaba mucho a lo largo de los meses, se iban creando nuevos agujeros, etc. En algunos agujeros nos ayudaba a asomarnos para comprobar su profundidad sin sufrir ningún riesgo. Y en las grietas, picaba con su piolet en el borde de ellas para desprender trocitos de hielo, para que pudiéramos oír como caían por ellas hasta el agua. En alguna grieta rellenamos nuestra cantimplora para beber agua del «tiempo». Después de superar un pequeño repecho, llegamos a un punto donde pudimos contemplar la belleza del Fallsjökull. La lengua glaciar bajaba de la montaña por un talud formándose unas grandes agujas o torres de hielo muy espectaculares.
Cuando llegamos a la zona de las torres de hielo hicimos una parada para descansar un poco y comernos el lunch que nos dieron, una especie de sándwich acompañado de un zumo. Pocos minutos después reemprendimos el camino y exploramos la zona sur de estas torres de hielo. Eran impresionantes! Una de ellas era altísima y estaba tan inclinada que parecía a punto de caerse.
El guía nos llevo a un lugar donde tuvimos que utilizar una cuerda para pasar de extremo a extremo y poder contemplar la lengua del glaciar desde un sitio insólito. Por el camino vimos cuevas de hielo, grietas espectaculares, ríos de agua, etc.. Finalmente volvimos al autobús.
En Skaftafell cogimos el coche y conducimos hacia la parte este del Vatnajökull, donde hay un par de lagos glaciares. El primero que encontramos fue el Fjarsárlón, al que se accede por una pista fatal llena de baches. Es un pequeño lago lleno de icebergs provenientes del glaciar Fjarjökull. Precisamente por ser pequeño se ve muy cerca el glaciar del que se desprenden los trozos de hielo. Además, como no es tan conocido como el popular Jökulsárlón está muy poco frecuentado. La verdad es que encontramos el Fjarsárlón más bonito, con menos gente y en nuestro caso con mejor tiempo, así que nos encanto.
Luego seguimos hacia el gran Jokularson. Nada más llegar salía la excursión en el barco anfibio así que tocaba navegar entre icebergs. La vuelta es curiosa aunque no conseguimos ver ninguna foca. Los icebergs de Jokularson llegan de muy al fondo y no se observa donde acaba la lengua del glaciar. Después de nuestro paseo en barco nos dimos un paseo por la orilla y luego rumbo a nuestro hotelito. Hotel Glacier, cerca de Hofn, un poco caro para lo que ofrecía.
Para cerrar un gran día nos acercamos a Hofn, nos cogimos una hamburguesota to take away y nos acercamos a unas termas en Hosfell muy muy calientes. El sitio en medio de la nada es espectacular. Están en medio de la nada y simplemente tienen un bote donde dejas el dinero (500 Isk). Y si, los españoles también deben de pagar. Nos tiramos como una hora en las termas y justo antes de irnos coincidimos de nuevo con los padres de familia, aunque esta vez sin la jauría que estaba durmiendo jeje. Y a dormirrrr
13 de junio
Nos toca pasear x los fiordos del este. En muchas ocasiones constituye una parte desconocida, pero muy recomendable por la variedad de pasajes increíbles que nos ofrece esta zona. Hay multitud de bellos paseos, pero no tuvimos tanto tiempo como para disfrutar de todos ellos.
Esta región es la única en Islandia en donde aún se pueden ver renos salvajes y los pájaros más graciosos de todo el país: los frailecillos.
Nuestro destino final del Día era Seydisfjorðu. Para ello, nos montamos en nuestro i20 y nos adentramos a esa maravillosa carretera parándonos en diversos tramos de esta para divisar esos asombrosos acantilados.
Primera parada que realizamos fue para ver unos delfines, que como si de un show se tratara sacaban en varias ocasiones la cabeza del mar esperando el asombro de todas las personas que allí nos encontrábamos. Tras un rato de viendo a esos maravillosos animalitos, reanudamos nuestro viaje.
Siguiente parada fue Djúpivogur. Primer pueblecito de los fiordos de este, donde cogimos una excursión a la isla de Papey para ver esos pajarillos que Gorka tantas ganas tenía de fotografiar.
Papey es una isla situada a las afueras de la pequeña aldea de Djúpivogur al que llegamos mediante un ferry. Allí se pueden avistar frailecillos y múltiples pajarillos que nos explicaba el guía. Asimismo visitamos la iglesia de madera más pequeña de Islandia. La excursión de 8000isk. Algo cara si no eres amante de las aves, pero disfrutamos mucho de poder pasear de una isla casi virgen.
La excursión comenzó a las 13 y a las 17h llegamos de nuevo a Djúpivogur donde seguimos nuestro camino. Continuamos por la carretera 1. Nos hubiera gustado realizar un buen viaje por todos los fiordos, pero comienza a ser tarde, asique decidimos acortar por la carretera 939. Se trata de una carretera secundaria que evita uno de los fiordos y vuelve a confluir en la carretera 1. Además se trata de un tramos que si tienes suerte como nosotros puedes admirar unas montañas llenas de increíbles cascadas de menor tamaño, pero de gran belleza. Sí que es verdad que en la parte más superior la niebla es muy densa y hay que ir muy despacio. En ocasiones está cerrada por su riesgo, pero tuvimos suerte y disfrutamos de la conducción de miles de curvas y del entorno precioso. Eso sí, tras ello, nuestro coche necesitó un gran lavado!!!
Llegamos a Egilstadir , un pueblo más comercial y desde allí por la carretera 93 llegamos a nuestro destino.
Es increíble que tras pasar por tantos emocionantes paisajes, aún nos sorprendamos de los que vemos aquí. La carretera que nos lleva a este pueblo es una preciosa entre montañas con preciosas caídas de agua. Nosotros nos encontramos toda estas montañas nevadas, haciendo este pueblecito más idílico aún.
Seydisfjörour se trata de una población de 700 habitantes donde nos encontramos casas pintorescas de colores diversos. Fue una población fundada por pescadores Noruegos y se nota la tendencia noruega. Tras el cierre de la pesquería local, el pueblo ha centrado su economía en el turismo aunque sigue siendo un importante puerto pesquero en la costa este islandesa. Seyðisfjörður tiene una interesante ambiente cultural, con un centro de artes y muchos museos.
Al llegar a nuestro Hostel (98€), hicimos un pequeño paseo en bici por el pueblo. Se trata de un pueblo que transmite calma a no se r que pases por la zona de los pájaros asesinos, que se te lanzan si pasas cerca de sus nidos. Fue gracioso tener un ataque de dichos pájaros, no nos hicieron nada, sólo el susto.
Tras ello, una cenita en nuestro hostel, donde conocemos a Aure, Marijo y Danel. De Pamplona y Santurtzi. Donde nos dimos cuenta que tenemos que mejorar nuestra Fotografía.
14 de junio
Nos levantamos en Seyðisfjörður y emprendemos viaje hacia Dettifoss. De camino tenemos que parar a comprar algo de comida y una tarjeta de memoria para la cámara que ya esta llena. Demasiados sitios impresionantes.
Dettifoss es sin duda la catarata más imponente de islandia, se alimenta del deshielo de un glaciar que nace como un río silencioso, para desembocar en uno de los saltos de agua más imponentes del mundo.
De todas las cataratas islandesas, esta es la que más impresiona a los visitantes, pero no tanto por su belleza, discutible y espectacular, como por su enorme poder acuífero, ya que desde los 44 metros de altura que posee este salto del Jökulsá á Fjöllum, se precipitan al vacío nada menos que 500 m3 por segundo (o si se prefiere, 500 toneladas de agua por segundo) de aguas glaciares repletas de sedimentos, que originan un estruendo ensordecedor y un impresionante rocío que genera hermosos arco iris de enorme tamaña de lado del cañón de Jökulsárgljúfur.
La catarata puede observarse hoy en día desde cualquiera de los dos flancos de la garganta (siempre está la opción de desplazarse de uno a otro para disfrutar de las diferentes perspectivas).
En esta catarata perdimos la tapa del objetivo. Bueno perdimos perdimos tampoco jeje, pero no diré más. Por lo menos cayo a la cascada más caudalosa de Europa.
Tras ver la cascada nos dirigimos hacía Krafla o “mordor”. Y es que, si Pingviller es el lugar en el que sentir la fuerza de la dorsal mesoatlántica y cómo ésta empuja la tierra bajo nuestros pies, Krafla es el lugar en el que ver y sentir su violencia y energía. Este volcán de fisura da nombre a toda la zona que se encuentra sobre una enorme caldera magmática todavía activa. Ya en el año 1724, los colonos fueron testigos de una gran erupción que durante 5 años sumió toda la zona en enormes campos de lava (de ahí su nombre, Mývatnseldar o los “Fuegos de Mývatn”) y que, con mayor o menor regularidad, han seguido dándose hasta la última erupción que fue en 1984.
Evidentemente, con semejante energía bajo tierra, lo mínimo que podía hacer el gobierno islandés es intentar sacar provecho de ella; por este motivo instalaron una planta geotérmica, Kröflustöð que, en cierta manera, da la bienvenida en la carretera 863 al parque del Krafla. En esta planta paramos en un pequeño museo en el que daban cafecito gratis para estar más atento jeje.
Nuestra primera parada en la zona fue en la caldera del volcán Krafla, para ver el cráter Stóra-Viti, creado en la gran erupción de 1724. En su interior un apacible lago (también llamado Viti o “infierno”, como el que el día anterior vimos en Askja) parece reposar, distante de la imagen que años atrás tenía cuando fue creado. Precisamente el Viti se originó poco antes de comenzar los “Fuegos de Mývatn” como un preludio de lo que sucedería en posteriores erupciones.
Se puede bordear el cráter mediante un sendero para contemplar su cono de 320 m de diámetro, pero no nos pareció que tuviera unas vistas muy diferentes desde otro ángulo y no lo hicimos.
Este volcán, aunque pueda parecer una pequeña montaña, forma parte de un sistema de grietas que, de norte a sur, constituyen un cráter de fisura que se prolonga sobre una caldera ígnea (tal y como pasaba en Laki) que, en cualquier momento puede estallar provocando grietas y deformaciones del terreno por los que fluirían extensas y violentas coladas de lava. Y eso era, precisamente, lo que íbamos a visitar después.
Un poco antes de llegar al Krafla, en la carretera 863, se accede al parking de una de las mayores maravillas volcánicas que tuvimos ocasión de visitar en Islandia. Leirhnjúkur, un cráter de fisura que se formó en la primera erupción del año 1724, durante los “Fuegos de Mývatn”. Desde entonces, gracias a nuevas erupciones, esta zona se ha consolidado como el lugar idóneo en el que sentir y observar el infernal subsuelo del Krafla. Allí se encuentra un impresionante campo de lava repleto de minerales solidificados, silbantes respiraderos, vapores sulfurosos, pozas de barro y agua ardiente,… para vista y disfrute de cualquiera.
Desde el parking sale un sendero que en línea recta y atravesando un campo de lava desemboca en un mirador desde el que observar un recinto cerrado (similar al que poco antes habíamos visto en Hverir) con pozas de agua y barro hirviendo y de solfataras humeantes. La imagen era impresionante, en un primer plano esta zona amarillenta o punto caliente, en un segundo plano el impresionante campo de lava que acabábamos de atravesar a pie y al fondo, el volcán Krafla.
Desde allí, comenzaba la ruta que permite recorrer a pie el campo de lava humeante de Leirhnjúkur. Fue un recorrido verdaderamente alucinante. Caminando entre piedras negras y coladas de lava que aún desprendían humo y que parecían glaciares o ríos petrificados. Los pocos visitantes que había y el hecho de que apenas unas estacas guiaran nuestro recorrido, hacía que nos sintiéramos en el mismísimo infierno, sin llegar a saber en ocasiones por dónde andar…
Tras hacer un recorrido circular por el campo de lava que se creó en la erupción de 1984, dimos por finalizadas las visitas del día y nos dirigimos hacia un lugar mucho más relajante…
Nuestro siguiente destino en los alrededores del lago Myvatn es la cueva de lava Grjotagja, donde podéis daros un baño si aguantáis temperaturas de más de 40ºC.
Si tenéis suerte y os acercáis a la cueva cuando no hay muchos turistas, os sentiréis como en una fantasía o en un cuento de hadas: aguas transparentes que reflejan todo lo que ven… y a lo mejor, si pasas bastante tiempo mirándolas sin moverte y sin hablar, llegará el momento cuando te enseñarán lo escondido: sombras, fantasmas, historias vividas dentro y fuera de la cueva, ¿futuro?…
Eso si empezamos a notar el asedio de los mosquitos que nos seguirán en el día de mañana. Myvtan (lago de los mosquitos)
Tras ello, vamos hacia Dimmuborgir en busca de hotel e intentamos ver la iglesia de lava, imposible por la cantidad de mosquitos. Llegamos a un gueshouse 13000 con desayuno. Es una cama individual más grande de lo normal pero más que de sobra. Un sitio encantador la verdad. Y por fin nos vamos a dar un chapuzón a los famosos baños naturales de Myvtan. Mucho mejor que Blue Lagoon. Menos turista y más barato, 3500 y con una cañita por 900.
Vamos a los baños de Jardbodin vid Myvatn 3500y una caña de 900. Una maravilla de vistas y de compañía.
Tras ello volvemos dirección hostal y hacemos parada en los pseudo cráteres y viendo el lago myvatn aprovechando que a la noche no hay tantos mosquitos. Cenar en casita y a dormirr.
15 de junio
Nos levantamos en la guesthouse de myvatn. Cogemos el coche, llenamos gasolina y rumbo a 2 preciosidades de este mundo, Godafoss y Selfoss.
Llegamos muy rápido a Godafoss la verdad. Creo recordad que una hora.
Godafoss (en islandes, ‘Cascada de los dioses’ o ‘Cascada de los godi’) es una de las cascadas más espectaculares de Islandia. Se encuentra localizada en el municipio de Pingeyjarsveit región de Norourlan Eystra al norte del país, en el inicio de la carretera de las tierras altas de Springinsandur. Las aguas del río Skjalfandafjot caen desde una altura de doce metros y a lo largo de un ancho de treinta metros.
Tras verla, vamos a Akureyri. Damos una vuelta por el pueblito y el jardín botánico. Tenemos hambree así que paramos en un puesto callejero y salchicha para el cuerpo.
Otra vez al coche y emprendemos rumbo hacia Hvammstangi donde nos alojaremos en unos Cottages muy chulos. Por el camino quisimos parar a ver Hvirterkur, pero nos equivocamos y dado el mal tiempo nos quedamos en casita. Ha sido un día duro de coche así que toca tranquilidad. Nos acercamos a la gasolinera y nos comentan que la venta alcohol es ilegal en la gasolinera. Que solo podemos tomarnos la caña allí, pero bueno al final conseguimos llevarnos alguna birrita jeje. Toca tirarse y disfrutar del sitio. 98 euros alojamiento para 4.
Cenamos unos espaguetis y una sopa y para el sobre.
16 de junio
Nos levantamos tarde….los días van haciendo mella pero tenemos que aprovechar que nos queda poco. Vamos a dar la vuelta a la península de vatness. Avistamos focas y luego parada en Hvítserkur. Hoy si lo encontramos jeje.
Llegamos por la carretera 711. A través de un sendero, fuimos a parar a un mirador desde el que se divisaba esta curiosa formación rocosa (situada a unos 15 metros de la costa) que surge del mar y que se dice que es un troll que quedó petrificado por el amanecer cuando intentaba destruir el monasterio cristiano de Thingeyrar, aunque otros ojos dicen que se asemeja más a un rinoceronte.
Bajamos hasta la “playa” y nos damos un paseito por ella hasta que recibimos otro inesperado ataque aviar que nos obliga a retroceder. Estos pájaros son la leche jeje. Bonito paseo la verdad.
Cogemos el coche de nuevo y rumbo Snæfellsnes por la carretera 1 – 60- 582-54. Comemos en Stykkishólmur, capital de la peninsula, compramos comidita en un bonus. Nos acercamos a un punto de información para ver que hacer en esta preciosa península. Vemos el montecillo al lado de Stykkishólmur. Tras ello hacemos alguna parada en playas donde se supone que había mucha fauna, pero encontramos pájaros y poco más. Luego una waterfall más de la que no sabemos ni el nombre pero en España sería una maravilla de la naturaleza que no parasia desapercibida. Después un cráter que erupción hace años y rumbo al guesthouse, que ha sido otro día de coche y paliza.
Vamos a hellnar a hacer nuestra barbacoa particular. En el bonus habiamos comprado una barbacoa de esas rectangulares de un solo uso. Así que nos aposentamos en una mesita con unas vistas de Hellnar preciosas y nos comimos unos filetes adobados riquisisimos.
Después con la tripa llena nos dimos un paseito por Hellnar y volver al hostel a oganizar el siguiente día y a dormir en nuestro saquito.
Nos alojamos en Guesthouse Snjofell. Nada recomendable, 89€. Ni sábanas ni toalla ni desayuno. Tuvimos que agenciarnos unas toallas para ducharnos
17 de junio
Despertamos y decidimos hacer un precioso trekking de 5km de arnastapi a hellnar. Muy recomendable. El tiempo empeora y nos obliga a ir hasta reikiavik. Teniamos pensado quedarnos a dormir por el camino pero es imposible. Cogemos el túnel para no tener que bordear toda la península, 1000 Isk. En 2 horas llegamos a Reikiavik.
Es fiesta nacional. Día de la independencia. Hay mucha gente por la calle y calles cerradas. Nuestro apartamento no sale en el mapa. Preguntamos a dos lugareños que nos encantan. Se suben en el coche y el hombre coge el volante de nuestro Hyundai. Nos lleva con una conducción muy islandesa hasta nuestra calle donde nos encontramos a su hija (esto es como Vitoria jeje). Aparcamos dentro de una calle con un cartel de close. Y llegamos a nuestro apartamento. Home Luxury apartments en un sitio privilegiado en Reikiavik y un precioso apartamento por 60 € la noche (totalmente recomendables). Como es fiesta nacional damos una vuelta para ver el ambiente. Nos metemos en el bar a tomar unas viking por 500 Isk. Vemos gente peculiar y luego nos acercamos a un concierto cerca del harpa. Con el cansancio y las cañas nos cuesta más encontrar el apartamento aúnque finalmente logramos tan ansiado objetivo. Cenamos algo y a la cama.
18 de junio
Despertamos en una gran cama. Desayunamos algo en el apartamento y salgo a aparcar bien el coche cerca de la iglesia que es gratis. Damos una vuelta por el centro hasta las 12 que empieza el free tour. No entendemos mucho al chico del free tour así que nos vamos (que rabia el ingles). Contactamos con otro chico que habla algo de castellano para repetirlo mañana.
Decidimos ir a buscar algo para llevar a Vitoria para regalar, pero nos damos cuenta de que todo es muy caro y no sirve para nada, aunque el paseito merece la pena. Perderte por Reikiavik esta genial.
Comemos en casita ya que mis tripas no pasan un buen momento, menos mal que es el penultimo día.
A la tarde vamos a un punto de información donde una chica sudamericana nos dice un sitio de comida muy típica donde cenar. Vamos a reservar el restaurante y damos otra vuelta con una guía recién adquirida con la cual arantza me hace su particular free tour. Luego a cenar a pin ffrakar. Unos 70 € un plato de cordero uno de pescado típico desmigado y dos cervecitas (esto es muy caroo).
A dormir para afrontar l último día ohhh
El 19 de junio:
Último día. Nos levantamos pronto desayunamos y hacemos por última vez nuestras maletas. Las llevamos al coche y a las 11 empieza l nuevo free tour. En inglés pero con traducción al español de lo que no entendíamos.
En el tour está una pareja de bilbaínos como no. Pilar y Txema. Una pareja muy simpática y aventurera. El free tour nos gusta mucho y aprendemos algo más de la vida de los isleños. Luego nos tomamos un café con pilar y txema para contarles nuestra aventura y que ellos decidan lo que hacer en estos días que les quedan, que envidia. Luego vamos a por el coche y pitando al aeropuerto. Devolvemos el coche en procar y tras esperar un poco nos poco y viéndonos apurados nos llevan rápido al aeropuerto. Llegamos a diez minutos del cierre del checkin. Una compras n el duty-free y para el avión rumbo a Alicante donde nos esperan dos días de playa antes de volver a Vitoria. En el avión se hace de noche. Hacia tiempo que no nos pasaba jiji.